Go to Admin » Appearance » Widgets » and move Gabfire Widget: Social into that MastheadOverlay zone
Una de las obras más populares de la década y que aboga por la existencia de la vida extraterrestre en nuestro mundo es el libro «The Day After Roswell» del ya fallecido Tte.Col. Philip J. Corso. La obra del militar jubilado no solo cuenta el ocultamiento por parte del gobierno del supuesto choque de una nave alienígena cerca de Roswell, Nuevo México en 1947, sino que también detalla los esfuerzos por parte del gobierno en diseminar «tecnología extrahumana» entre las contratistas militares en la decada de los ’60.
Algunos escépticos han tachado el libro como ficción de la peor calidad, o al menos lleno de recuerdos contradictorios. Pero algunos investigadores OVNI de renombre mundial han descubierto información adicional sobre los hallazgos de Corso desde la publicación del libro en 1997. «The Day After Roswell» sigue siendo uno de los recuerdos mas detallados del ocultamiento militar como consecuencia de Roswell. A pesar de la muerte de Corso hace algunos años, su labor fue heredada por Philip Corso Jr., su hijo, quien lanzo una nueva página web dedicada a la continuación de la obra de su padre.
Corso afirma que «divulgará todos los apuntes, conversaciones y entrevistas dejadas atrás por mi padre» en la nueva página Web. Ademas de continuar con la labor del fallecido coronel, el joven Corso esta cumpliendo la promesa hecha por el coronel a sus nietos: «Esta obra esta dedicada a los nietos…Basta ya de excusas…Ellos merecen saber la verdad». A pesar de que la Guerra Fría toco a su fin hace años, el joven Corso señala que «tanto la tecnologia como la verdad siguen siendo custodiadas bajo el manto de la protección y la Seguridad Nacional. El Coronel Philip J. Corso consideró que solo se llego a explotar el 5 por ciento de la información en sus manos. Este valiente individuo estuvo dispuesto a enfrentar las consecuencias y divulgar que muchas cosas mas existen».
El Tte.Col. Corso atribuyo la invención y el desarrollo de la nueva tecnología a los escombros recuperados en Roswell–dispositivos y tecnología tales como el transistor, las fibras ópticas, los sistemas avanzados de comunicaciones, fibras de súper-tenacidad, Kevlar, rayos de partículas antiproyectiles, rayos laser, superconductores e instrumentos médicos de vanguardia, ademas de muchos otros que el militar no divulgo en su libro.
¿Cuanto mas podemos progresar? ¿Porque se nos ha robado el balance de estos materiales? Estamos siendo obstaculizados constantemente por aquellos que se reservarian esta informacion, ilegal e inmoralmente, que podemos identificar por nombre y artículo,» apunta el hijo de Corso, que favorece la divulgación total de estas tecnologías por el gobierno.
.:: Entrevista al coronel Philip Corso ::.
Desde que el coronel Philip Corso viajó a la ciudad de Roswell, en Nuevo México, para conmemorar los cincuenta años del caso Roswell, en julio pasado, la prensa de todo el mundo ha solicitado insistentemente declaraciones sobre sus actividades en el comando militar, en la época en la que los Estados Unidos registraron el mayor acontecimiento ufológico de todos los tiempos.
A causa de la polémica generada en torno a sus afirmaciones, el periodista Michael Lindemann, del CNI News, realizó una entrevista al coronel que reproducimos aquí en exclusiva. Agradecemos la cortesía de Ademar Gervaerd.
El encuentro contó además con la presencia del hijo del coronel, Philip Jr. Y William Birnes, co-autor del libro The day After Roswell junto al propio Corso.
MICHAEL: La última revelación sobre Roswell parece estar totalmente ligada a su persona. ¿Las considera más importantes que sus acciones anteriores?
CORSO: existen otras cosas y hechos bastante relevantes en mi trayectoria militar, el traslado de 10.000 refugiados judíos de Roma a Palestina, después de la Segunda Guerra Mundial o el regreso a casa de los soldados americanos de Corea del Norte. Pienso que la vida extraterrestre también encaja en estas cosas. Este tema es igualmente importante.
Tal vez hayamos cambiado el curso de la historia (el general Trudeau es una de las personas que lo hizo posible). Las declaraciones que estoy efectuando ahora van a afectar al futuro de la Humanidad. Nosotros somos viejos y luego partiremos. Es, por lo tanto, de gran importancia, que los jóvenes sepan lo que ocurrió, donde comenzó todo, y que los hechos son verídicos. Ellos tienen que saber, pues son los únicos a quien les afecta al fin y al cabo. Bien pensado ese es el mejor trabajo que yo he hecho.
MICHAEL: ¿Dónde conduce toda esta historia? Insinúa en su libro que existen fuerzas hostiles…
CORSO: Cuando se es militar siempre se tiene en cuenta la parte hostil. El lema es «estar preparados si es necesario». Se llamaba R&D (Departamento de Investigación y Desarrollo del Ejército, en el Pentágono) el inicio de una Nueva era o, quien sabe, de un nuevo Mundo. Resulta impresionante lo que el hombre es capaz de hacer con un chip de ordenador en tan poco tiempo (refiriéndose al grado tecnológico alcanzado por nosotros ahora). Pregunté al general Trudeau lo que estábamos desencadenando en el mundo y él me dijo: «Phil, esperamos que la gente entienda lo que hacemos. Pero, tal vez, el momento en el que ocurra no estemos vivos». Desgraciadamente, él mismo no pudo presenciarlo. Murió hace tres años.
MICHAEL: ¿Significa que estamos preparados para construir máquinas semejantes a la encontrada en Roswell?
CORSO: Por el momento, no. Pienso que lo estaremos en el futuro. Principalmente porque no entendemos mucho sobre sus sistemas de propulsión y dirección. Hace años llegamos a una conclusión, y ahora estamos teniendo el apoyo de los científicos. La razón por la que no entendemos su sistema es debido al hecho de que el propio extraterrestre es el sistema conductor. Un día andaba por un pasillo con el general cuando le dije: «[Acho] que mi hijo está medio loco. Afirma que las máquinas voladoras hablan con él» Entonces el general respondió: «Nunca más digas eso. Determinadas personas tienen una relación con esas naves que nosotros no entendemos»
MICHAEL: ¿Tenía usted conocimiento de que el público americano estaba ansioso por acceder a esas informaciones?
CORSO: Pues claro. Tengo un sobrino que es director de investigaciones de una universidad, y él siempre me escribía cartas pidiéndome que la verdad fuese revelada. «No nos vamos a arrancar los cabellos o entrar en pánico, queremos conocer» imploraba.
MICHAEL: ¿De qúe manera se desarrolló su trabajo?
CORSO: Preparábamos gente para la guerra, para que no tuvieran pánico, no huyeran y no se amedrentaran, fueran firmes y lucharan contra una de las mayores fuerzas armadas que el mundo pudiera ver y que pudieran vencerlas. Que muchos morirán por eso, afirmo, que esta es la Era de los jóvenes. Ellos no van a tener miedo de conocer la verdad. Aquel programa de Orson Welles (Guerra de los Mundos, de 1.938) asustó a muchas personas. Esta vez no va a ser igual.
MICHAEL: ¿La Humanidad está cerca de conocer la verdad?
CORSO: Hace mucho tiempo que deberíamos haberla conocido.
MICHAEL: ¿Tuvo que romper alguna promesa personal o juramento de las Fuerzas Armadas de su país para hacer lo que ha hecho?
CORSO: No. La única promesa que yo tenía era con el general. Y la mantuve hasta su muerte, pues lo consideraba un hombre honrado y honesto. Durante los 35 años en que fui oficial militar, no violé ninguna ordenanza y tengo mi conciencia limpia. Yo era el único oficial habilitado para detener a las personas que pudiesen violar la ley. No hice revelaciones que fueran perjudiciales o que debiesen permanecer en secreto.
MICHAEL: Existen rumores y especulaciones en la comunidad ufológica mundial de que el material que vio de Roswell podría no estar siendo investigado por primera vez. Hay indicios de que los nazis habrían hecho su desarrollo tecnológico de forma similar. ¿Qué piensa al respecto?
CORSO: Puede ser verdad. Yo tuve científicos alemanes en mi equipo. Conversé con ellos sobre este punto. Discutí con Oberth von Braun. Él formaba parte del Proyecto Grampo, juntamente con el general Trudeau. En mi libro tengo una foto del perito soviético Edward O´Connor –uno de los mejores amigos del general Trudeau en la Casablanca-, mía y de Víctor Fediay. Fediay estaba viajando a Rusia, e hizo una serie de preguntas: «Pregunte al general de la KGB algunas cuestiones relacionadas con OVNIS». Cuando Víctor retornó declaró: «Phil, le hice las preguntas. Él me respondió que si me daba las informaciones que requería, él moriría.» Ahora el caso está con los rusos y los alemanes.
MICHAEL: ¿Detentan la tecnología estas potencias?
CORSO: Creo que no. Los canadienses y los ingleses también la poseen, además de algunos italianos. Ellos no conocen como funcionan el sistema de propulsión. Hicieron muchas experiencias con platillos volantes, y uno de ellos fue a 4.000 metros, pero no conocen el sistema de dirección. En R&D comenzamos a comprender que los seres alienígenas forman parte del sistema de dirección.
MICHAEL: Entonces, ¿piensa que para perfeccionar nuestro viaje interestelar tendremos que desarrollar un medio semejante para nuestras naves espaciales?
CORSO: Hoy en día, el hombre no puede viajar por el espacio. Y esos clones fueron específicamente creados para eso. Nuestros músculos, huesos y cerebro no conseguirán hacer tal viaje.
MICHAEL: ¿Pero podremos hacerlo pronto?
CORSO: Cuando los astronautas van a la estación Mir, permanecen unos tres meses, y cuando vuelven precisan atención médica. Sus huesos no soportan el peso del cuerpo. Si ellos se exceden en el tiempo serían incapaces de andar. Pero lo más importante es que el cerebro también resulta afectado.
MICHAEL: ¿Qué es lo que ocurrió con el prólogo de su libro, escrito por el senador Strom Thurmond? Al final, él dice que no conocía su contenido real antes de escribir la introducción. La editora Simon e Schuster ya publicó disculpas formales diciendo que retiraría el prólogo de las próximas ediciones. ¿Qué acuerdo hicieron sus abogados con el senador?
CORSO: Yo conozco al senador Strom Thurmond hace mucho tiempo. Es un hombre bastante honesto, sincero y con coraje. Descubrí recientemente que su fue su personal quien tomó esa actitud. Con el senador conversamos sobre la presencia de seres extraterrestres y sus naves sobre este planeta. Me dio una copia del Proyecto Horizonte. Una semana más tarde, no solamente coseguí dos páginas escritas por el senador sinó también una autorización de él para que la editorial pudiese publicarla.
MICHAEL: Bill Birnes me dijo tener la impresión de que Thurmond y su equipo estaba siendo presionado por alguien de «arriba» para que se mantuviera fuera de esto. ¿Tiene que decir algo al respecto?
CORSO: No tengo manera de juzgar la actitud del equipo.
MICHAEL: (Dirijiéndome a Birnes, que estaba en la sala, le pregunté) El coronel vacila en responder si el senador o su equipo estaban siendo presionados por algún superior. ¿Cree que era posible?
BIRNES: Es lo que yo entendí. El equipo no estaba al tanto del acuerdo entre el coronel y el senador por tratarse de un pacto entre dos amigos y no entre hombres de negocios. No podía ser tomada ninguna medida sin que el equipo fuese consultado. Y dadas las circunstancias, estaba claro que no interferirían. Así que supe que el prólogo estaba escrito por el senador, el grupo lo impidió alegando que no podía aparecer en el libro un artículo que decía que el gobierno de los Estados Unidos utilizó la tecnología alienígena para vencer la Guerra Fría.
MICHAEL: De acuerdo con su libro, usted pasó la mayor parte del tiempo trabajando con restos del incidente de Roswell, ¿pero que pasó con los extraterrestres recuperados? ¿Cuál es la situación de los extraterrestres hoy en día? ¿Cuál es su punto de vista sobre el motivo de su presencia, caso de que algún ser esté ya sobre la Tierra?
CORSO: No tengo conocimiento de la existencia de ningún extraterrestre en nuestro planeta. Hay relatos de platillos volantes, está claro, pero no se de nadie que haya encontrado algún cuerpo de seres alienígenas y mucho menos recientemente.
Una respuesta para El día después de Roswell