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Con el correr de los años, después del 11-S, persisten muchas dudas sobre las circunstancias que rodearon los atentados contra las Torres Gemelas. Una de esas incógnitas se refiere a la naturaleza de unas formas o manchas que pueden observarse en el fuselaje del avión que se estrelló contra la torre sur del World Trade Center.
911: Acerca de los aviones estrellados“La Vanguardia” preguntó por las manchas a Boeing, que alegó no poder contestar por motivos de seguridad nacional y se remitió a la comisión independiente que desde el 31 de marzo indaga lo sucedido…
En las imágenes congeladas de las distintas filmaciones del tramo final del vuelo 175 de United Airlines se pueden apreciar tres extrañas formas, que los técnicos aeronáuticos consultados no aciertan a explicar. Se trata de dos formaciones alargadas, situadas sobre la parte inferior del fuselaje, hacia la proa y hacia la popa del aparato.
Hay una tercera, aparentemente piramidal, ubicada en la panza, casi en el centro del avión. El departamento de aviación comercial de Boeing, con sede en Seattle, examinó las fotografías durante diez días y, tras anunciar una explicación sobre el fenómeno, declinó pronunciarse sobre lo que veía. Finalmente, una portavoz manifestó que Boeing no podía opinar “por razones de seguridad” y por no haber participado oficialmente en la investigación de los atentados.
Varios ingenieros aeronáuticos de centros oficiales españoles no han encontrado una explicación clara sobre los brillos o formas que se observan en el avión secuestrado. En cambio, un análisis digital de detección de contornos de las fotos, efectuado en la Escola Universitària Politécnica de Mataró, concluye que los “objetos que se advierten no pueden ser debidos a sombras provocadas por el ángulo de incidencia del sol sobre el avión porque siempre aparecen con la misma forma y tamaño, aunque sí con distinta luminosidad”. Para llegar a ese resultado, las fotografías fueron sometidas a un procesado digital de imagen “que diera respuesta a los cambios de luminancia” que se aprecian a simple vista y que, en principio, no tienen sentido, dado que el fuselaje de los aviones comerciales es cilíndrico y liso, según se expone en el citado informe técnico.
Su autora, con una dilatada experiencia profesional en procesado digital de imágenes, redes neuronales artificiales y biometría, señala en su informe que a cada una de las fotos se le aplicó “el mismo tratamiento utilizando tres algoritmos estándares del procesado digital de imágenes”, cuyos datos técnicos desarrolla profusamente en el dossier. Tras aclarar que “las imágenes estudiadas tienen distintos ángulos de observación”, establece que “los objetos detectados presentan a su alrededor distinta luminancia por tener relieve” y añade que “esta es la única explicación posible”, para matizar finalmente que “los objetos detectados se distinguen perfectamente del tren de aterrizaje”.
Extrañas figuras bajo el fuselaje del aviónLa reconstrucción de los hechos que precedieron al terrorífico atentado contra la segunda torre, indican que los preparativos del vuelo de United AirlinesUA-175 que cubre la ruta entre Boston y Los Angeles fueron rutinarios en la mañana del 11 de septiembre del 2001. El avión, un B-767-222, matrícula N612UA, abandonó la terminal de United en el aeropuerto Logan International a las 7.58 horas y a las 8.15 ya estaba en el aire. A bordo iban 56 pasajeros, incluidos cinco terroristas de Al Qaeda, armados con cortaplumas. El capitán era Victor Saracini, de 50 años, ex piloto de la Navy.
El aparato siguió la ruta habitual hasta las 8.47, cuando, a la altura del puente George Washington, que une la parte norte de Manhattan con Nueva Jersey por encima del río Hudson, efectuó un brusco viraje a la izquierda. Los secuestradores, después de degollar a varias azafatas, se habían hecho con la cabina de mando. Durante doce minutos, el Boeing estuvo sobrevolando la orilla oriental del Hudson hasta que realizó otro giro muy cerrado hacia la izquierda. Delante tenía la torre sur del World Trade Center, contra la que impactó a las 9.03 horas.
En ese momento, las cámaras de televisión retransmitían en directo un incendio en la torre norte, provocado por el impacto de un B-767 de American Airlines que se había producido a las 8.48 horas. Millones de espectadores pudieron ver en directo cómo el UA-115 entraba en la torre sur, entre los pisos 78 y 84, y provocaba una explosión mucho más potente que la causada minutos antes por el avión de American Airlines.
La investigación oficial de la Administración Federal de Aviación determinó que el Boeing chocó contra el edificio a 937 kilómetros por hora. Por su parte, un estudio del InstitutoTecnológico de Massachusetts estableció una velocidad de 859 kilómetros por hora en el momento del impacto.
Ninguna de las dos investigaciones mencionó que hubiera alguna forma extraña adosada al avión. Sus conclusiones forman parte del medio millón de documentos que sirven de partida a los diez miembros de la comisión nacional que están revisando las causas de los atentados.
La comisión empezó sus trabajos en el edificio de aduanas del puerto de Nueva York. Su objetivo es proseguir con la investigación que inició el comité de inteligencia conjunta Senado-Cámara de Representantes. Antes de traspasar las competencias a la comisión nacional, el comité identificó varios fallos humanos y de organización que dificultaron la labor de los servicios de inteligencia para prevenir los atentados. Entonces, la Casa Blanca intentó que el ex secretario de Estado, Henry Kissinger, presidiera la comisión.
Al no conseguirlo cortó la financiación y a la comisión todavía no han llegado los once millones de dólares que ha presupuestado para su trabajo. La comisión, que cuenta con el apoyo de los partidos demócrata y republicano, debia presentar sus conclusiones al Congreso en mayo del 2004. Las familias de las 2.798 personas que murieron el 11-S, 1.095 de las cuales estaban en la torre sur del World Trade Center de Nueva York, esperan hasta entonces respuestas concretas sobre la ejecución del mayor ataque que ha sufrido Estados Unidos.
Foto: THE NEW YORK TIMES“The New York Times” publicó el domingo una imagen inédita del atentado contra la torre sur del World Trade Center (WTC) el 11 de septiembre del 2001. Extraída de un vídeo realizado por Pavel Hlava, un inmigrante checo, se aprecia el Boeing 767 de United Airlines justo antes del impacto. En la parte central del fuselaje aparece una sombra similar a la que producen los dos motores. “La Vanguardia” publicó los pasados meses de junio y julio dos informaciones que llamaban la atención sobre sombras como la que se aprecia en este vídeo.
Un análisis realizado por la Escuela Universitaria Politécnica de Mataró concluyó que las sombras “no pueden ser provocadas por el ángulo de incidencia del sol sobre el avión (…). Los objetos detectados tienen a su alrededor distinta luminancia por tener relieve. Ésta es la única explicación posible”. Boeing, aludiendo razones de seguridad, no ha querido comentar si había algo adosado al fuselaje. El mismo silencio guarda la Administración norteamericana.